La villa romana de Santa Cruz de Baños de Valdearados se descubrió de forma casual en noviembre de 1972 cuando una máquina excavadora nivelaba una finca agrícola. Las diversas campañas de excavación arqueológica llevadas a cabo en la misma desde entonces han puesto al descubierto diez habitaciones y cuatro pasillos pertenecientes a la villa típica de época bajo imperial (siglos IV-VI), que representan sólo una parte de la superficie total de la mansión.
LA VILLA ROMANA;
Las villas son establecimientos rurales propiedad de grandes terratenientes que funcionan como centros de explotación agropecuaria y residencia señorial. Este tipo de asentamiento ya existe en época imperial (siglos I-II), momento en el que además de su función económica principal, sirven a su vez de residencia temporal (recreo y reposo vacacional). Sin embargo, es en época bajoimperial (período al que corresponden los restos que ahora podemos observar) cuando este tipo de enclaves conocen su fase de mayor auge, como consecuencia de la crisis urbana sufrida a finales del siglo III. Esta provoca una serie de cambios que obligan a muchos grandes propietarios a abandonar las ciudades y fijar su residencia en amplias y lujosas mansiones campestres que adaptan a sus nuevas necesidades y a los gustos del momento.
En las villas se diferencian dos partes: la residencia del señor (pars urbana), que es la zona excavada en este yacimiento; y el espacio en el que se distribuyen las viviendas de los campesinos, los establos y almacenes (pars rústica).
Su marcada función agrícola y ganadera determina su situación en zonas fértiles, en este caso en la rica vega del río Bañuelos, afluente del Duero. A su vez, se localiza en las proximidades de la importante ciudad de Clvnia Svlpicia (capital de un Convento Jurídico de la Hispania Citerior) y junto a una transitada vía de comunicación que une las ciudades de Astorga (Asturica Augusta) con Zaragoza (Caesaraugusta).
LOS MOSAICOS;
Los suelos de tres de las habitaciones descubiertas estaban decorados con mosaicos realizados en la primera mitad del siglo V.
Destaca el mosaico de Baco en el oecus o salón (nº 1), una de las salas principales de la villa que tiene una superficie de unos 66 m2 y cuyo dibujo reproducimos en la parte inferior. Presenta en el centro dos escenas figuradas y, alrededor de ellas, una gran cenefa de motivos geométricos en la que se incluyen seis escenas de caza (en cuatro de las cuales aparecen los nombres de los vientos) y bustos masculinos en las esquinas. El mosaico está dedicado a Baco (dios del vino), que aparece representado en las dos escenas centrales: en la superior el dios aparece rodeado por su corte y en la inferior regresa victorioso de La India.
La habitación n° 5, que podría corresponder al triclinium o comedor, presenta un mosaico geométrico adaptado a la planta, en forma de T, de la sala. Dentro del mismo se diferencian varios espacios decorados con diversos motivos geométricos (rombos, octógonos, series de círculos concéntricos, ... ).
Se ha localizado un tercer pavimento con un mosaico figurado (nº 2). Este se estructura en torno a un emblema octogonal central incluido en una estrella de ocho puntas, en cuyo interior aparece representada la diosa Ceres (diosa de la tierra fértil y de los cereales) o la diosa Fortuna. Este motivo está rodeado por varios espacios geométricos entre los que incluyen, coincidiendo con los puntos cardinales, cuatro escenas de animales, de las cuales se han conservado dos: un jabalí macho y un ciervo. En las esquinas hay cuatro bustos femeninos de distintas edades, que posiblemente representen las estaciones. El borde exterior está decorado con bandas de motivos típicos tanto de época imperial (cráteras, ajedrezados, palomas, animales, ... ), como de época bajoimperial (rosetas, imitaciones de escudos, grandes hojas de hiedra, ... )
ABASTECIMIENTO DE AGUA Y CALEFACCIÓN;
Uno de los aspectos más llamativos de la villa es su red de abastecimiento, almacenaje y evacuación de agua, que se articula en torno a un pozo desde el que se distribuye el agua a través de varias galerías que parten del mismo de forma radial (nº 11). Dichas canalizaciones se comunican con la superficie mediante pozos verticales, surtiendo además a dos depósitos o aljibes situados al SE del oecus (nº 12-13). Este pozo estuvo en funcionamiento hasta comienzos del siglo V, momento en el que al reformarse la villa se colmata con escombros. Este hecho ha permitido recuperar un interesante conjunto de estucos decorados que permiten conocer, a grandes rasgos, la decoración de la vivienda durante el siglo IV.
En varias habitaciones de la villa se ha documentado un sistema de calefacción similar a las glorias basado en la circulación de aire caliente bajo el suelo (hipocaustum, nº 9). Este sistema, que se ha mantenido hasta la actualidad, se completaba con la utilización de braseros de bronce, como lo pone de manifiesto el encontrado en esta villa, que está decorado con cuatro cabezas de felino y presenta un remate almenado.
LA VIDA DEL YACIMIENTO;
Los restos arqueológicos que están al descubierto pertenecen a la mansión de los siglos IV y V, que es la mejor conocida. Sin embargo, durante la excavación se han recuperado vasijas y otros elementos que indican la existencia de un edificio anterior (siglos II y III). Las características de este primer "habitat de romanización" no se han podido determinar, ya que de este período únicamente se han conservado algunas cimentaciones, pues buena parte del material constructivo de este primer edificio fue reaprovechado en la construcción de la villa tardoimperial.
Ya en época medieval, en este lugar se situó una necrópolis o área de enterramiento relacionada, muy probablemente, con un edificio religioso, un convento, al que hace referencia un documento medieval del año 1.048. Sin embargo, los trabajos arqueológicos llevados a cabo no han permitido su localización, aunque si se han descubierto varias tumbas que se pueden fechar entre los siglos IX y XI.
Información Adicional;