Rioja Alta, Cultura, Hayedos, Camino de Santiago y Monasterios

Nájera;

Algo de historia najeriense; La denominación de Nájera proviene del ascendiente árabe Naxara, lugar entre peñas. Según se desprende de yacimientos prehistóricos, el valle del Najerilla fue habitado por el hombre del paleolítico superior e inferior. También se establecieron en ella tribus celtas. Alrededor del 714, los árabes convirtieron a Nájera en fortaleza y baluarte de La Rioja Alta. En el año 918 nace el reino de Nájera, al entregar el rey de Pamplona, Sancho Garcés a su hijo García Sánchez las tierras del Ebro desde Miranda hasta Tudela.

Fue reocupada por los árabes y posteriormente reconquistada por el rey Ordoño 11, y fue entregada a García Sánchez. A partir de entonces se instaló en Nájera la corte navarra, convirtiéndose en capital del reino y cuna de reyes.

Convento de Santa Elena; Doña Aldonza Manrique de Lara, hija de los Duques de Nájera, fundó el monasterio a mediados del siglo XVI, a extramuros de la ciudad, del que nada se conserva. El actual complejo consta de iglesia, claustro y otras dependencias monásticas dentro de la clausura. La iglesia del monasteno (del siglo XVII) es la única zona que se puede visitar. Cuenta con varios retablos de gran belleza, el retablo mayor barroco obra de Mateo Rubalcaba, está formado por banco, cuerpo de tres calles y ático, en el centro del cuerpo destaca la talla de Santa Elena.

Una reja de hierro forjado situada a los pies de la iglesia compuesta por dos cuerpos, fechada en 1660, separa la zona abierta al público de la clausura en donde conviven en la actualidad las hermanas Franciscanas Clarisas.

El Camino de Santiago

En el Camino, antes de llegar a Nájera, un cerro sobresale aislado sobre los demás: el mítico "Poyo Roldán", escenario de otra variante de esas leyendas evocadoras de luchas entre caballeros medievales, tan extendidas por aquellos lugares del Camino de Santiago donde mayor influencia tuvo la Orden de Cluny. Se trata del relato que narra el combate entre el gigante Ferragut y Roldán, caballero al servicio de Carlomagno.

Para llegar al casco antiguo de Nájera debemos descender por la calle San Fernando hasta encontrar el río Najerilla y cruzar el puente del que también se dice que es obra de San Juan de Ortega. Nájera fue en el periodo comprendido entre los años 918 y 1.076, el centro político más importante de la Reconquista. El Camino de Santiago abandona Nájera por la calle Costanilla que arranca del monasterio de Santa María la Real. Al llegar al pueblo de Azofra nos encontraremos con que las dos calles principales, Mayor o Real y calle del Sol, son una parte más del Camino de Santiago. Presidiendo el retablo mayor de la iglesia encontramos una imagen de Santiago con los atributos del peregrino. Abandonamos Azofra tomando agua en la fuente de Los Romeros.

Un kilómetro después aparecerá, imponente, el rollo de Azofra. Estos monumentos están relacionados con la época en la que se estructuran jurídicamente los grupos de pobladores que iban conformándose en núcleos urbanos. A medida que conseguían cotas de administración autónoma era preciso dotarse de instrumentos jurídicos propios. Este rollo recuerda a la espada de la justicia hincada en la tierra y tiene como misión disuadir al malhechor antes de que cometa el delito.

Pasamos Cirueña y su espléndida dehesa de roble rebollo y un camino de tierra nos llevará hasta donde reposan los restos de uno de los santos más emblemáticos del Camino: Santo Domingo de la Calzada.

 

San Millán de la Cogolla

Remontando el río Najerilla y su afluente el río Cárdenas, en las estribaciones de la Sierra de la Demanda bajo las cumbres nevadas en invierno del monte San Lorenzo, el más alto de La Rioja (2.262

metros) encontramos San Millán de la Cogolla, el principal hito cultural de La Rioja, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1997.

El municipio tomó su nombre del santo Millán, un ermitaño que vivió del473 al 574, creador de la comunidad de Suso, que luego daría lugar a uno de los focos culturales más importantes de la época medieval en la Península. Por esas fechas existía en el lugar una iglesia llamada de San Jorge, de los siglos Vil Y VIII de planta visigótica, que se conserva en la actualidad a la entrada del pueblo, junto al Río Cárdenas, y está considerada una de las iglesias consagradas más antiguas de La Rioja, hoy en día se la conoce como la Ermita de Santa Potamia. La localidad está compuesta por tres barrios. El barrio más antiguo es el denominado tradicionalmente "Santurde" que, según datos existentes en el archivo del Monasterio, existía ya en el siglo IX. Tras la construcción del Monasterio de Yuso, el pueblo se fue extendiendo hacia él formando otro barrio, denom1nado "Barrionuevo".

En torno a Yuso surgen las diferentes construcciones relacionadas con el mismo, tal como el antiguo hospital del Monasterio y molinos y almacenes que se transformaron en viviendas con el paso del tiempo. El barrio más apartado es "Lugar del Río", situado a 2 km, aguas arriba del Cárdenas, lugar tranquilo y apacible rodeado de prados, choperas y estampas clásicas de montaña. Pero esta zona no sólo es un lugar cultural y religioso de primer orden, sino que también ofrece al visitante la posibilidad de disfrutar de uno de los entornos paisajísticos y naturales más interesantes de La Rioja, con sus bosques tupidos y sus cumbres nevadas. Son numerosos los senderos que se extienden por los alrededores de San Millán de la Cogolla y otras localidades cercanas.

 

Monasterio de Suso (San Millán de la Cogolla)

San Míllán de la Cogolla es como se conoce al conjunto formado por un núcleo de población junto con los dos monasterios que tiene su origen en la comunidad que formó un santo eremita de nombre Millán que vivió 101 años (473-574) en unas cuevas de la Sierra de la Demanda dedicado a la oración. Suso del latín sursum significa “arriba” como se conoce al monasterio más antiguo y Yuso del latín deorsum. "abajo". Ambos fueron declarados en 1997 por la UNESCO, Bienes Mundiales, Patrimonio de la Humanidad.

Del actual monasterio de Suso, construido entre los siglos VI al XI, quedan vestigios importantes de los diversos momentos históricos por los que atravesó: las cuevas rupestres donde vivían los eremitas, el primitivo cenobio visigótico la ampliación mozárabe y por último románica.

El acceso al monasterio se realiza a través del portaello, cantado por Gonzalo de Berceo, el primer poeta conocido de la lengua castellana. Allí se encuentran las tumbas de los infantes de Lara y de su tutor Nuño acompañando a las tres reinas navarras.

Por el arco mozárabe con capiteles de alabastro que nos recuerda a la época califal cordobesa del siglo X decorados con dibujos con motivos vegetales, geométricos, etc. nos adentramos en el monasterio mozárabe con tres grandes arcos de herradura. Al fondo observamos el resto de la primitiva construcción visigótica.

La cueva-sepulcral conserva la lauda del fundador de la segunda mitad del siglo XII, construida en alabastro negro y decorada con su escultura yacente, revestida con ropajes sacerdotales, sobresaliendo una cruz labrada sobre su pecho con decoración de números y vegetales siendo muy visitada por sus devotos, especialmente durante la edad media cuando junto con Santiago de Compostela era uno de los principales puntos de peregrinación.

Siglos más tarde nacerá el primer poeta en lengua castellana, Gonzalo de Berceo, en un pueblo cercano a San Millán de la Cogolla, será aquí desde el portaello del monasterio de Suso donde escribió parte de su obra como nos relata en el prólogo de la Vida de Santa Oria.

Los monjes benedictinos se trasladaron al monasterio en el siglo X. Uno de sus abades más relevantes fue Domingo natural de la población riojana de Cañas, y más conocido como Santo Domingo de Silos.

 

El Escritorio de San MillánDel escritorio de Suso salió una rica colección de manuscritos y códices, entre los que destacan el Códice Emilíanense de los Concilios, datado en 992; la Biblia de Quiso, que lleva data del664, o una copia del Apocalipsis, de Beato de Liébana y con la letra del siglo VIII, lo que le hace ser uno de los principales escritorios, si no el más notable, de la Edad Media Española.

GLOSAS EMILIANENSESLa singularidad más sobresaliente de los Monasterios de San Millán de la Cogolla es que allí se escribieron las primeras frases que se han encontrado en la lengua romance que hoy conocemos como castellano o español. Allí, en el siglo XI, en tomo al año 1000, alguien que, como estudiante o predicador, encontraba dificultades de comprensión en determinadas expresiones del texto latino que estaba leyendo (el latín era la lengua culta en la que se escribía, pero el pueblo se comunicaba en latín vulgar, en un latín "degenerado; que luego será el castellano), hizo lo que en todo tiempo ha sido usual: anotar aliado de la expresión que le resultaba oscura otra que la tradujera, que se la hiciera comprensible.

El texto o códice que el glosador leía es el que se conoce como Aemilianensis 60 y las anotaciones adoratorios son las denominadas Glosas Emilianensis.

De éstas, las escritas en romance son consideradas la más antigua aparición escrita de romance castellano. Además también se vienen estudiando tos glosarios o diccionarios que constituyen una auténtica labor filológica sobre la evolución de/latín al castellano.

Las primeras frases escritas en lengua vasca se han encontrado igualmente en el mismo códice 60 copiado en San Millán de la Cogolla.

Monasterio de Yuso (San Millán de la Cogolla)

El origen del monasterio se refleJa en una leyenda que narra como el rey García, el de Nájera ordenó el traslado de los restos de San Millán desde Suso al monasterio de Santa María La Real de Nájera. Los bueyes que tiraban de la carreta se detuvieron en el valle como si los restos del Santo no quisiesen abandonarlo, construyendo en ese lugar el actual monasterio de Yuso. Pero sería el rey Sancho X el que finalmente trasladó los restos de San Millán desde Suso al nuevo templo que se había construido en el valle, un monasterio románico del X y XI, sobre él se construyó entre los siglos XVI y XVIII el actual edificio de Yuso por los abades benedictinos.

El claustro bajo se comenzó en 1549 y aunque sus bóvedas son gót1cas la concepción es renacentista. El superior es clasicista y contiene veinticuatro cuadros de José Vexes, cuyas escenas principales versan sobre la vida de San Millán, escrita por San Braulio, Arzobispo de Zaragoza.

La sacristía es una de las más bellas de España, antigua sala capitular comenzó a usarse como tal hacia 1693. Los frescos del techo del siglo XVIII conservan sin haber sido restaurados toda la riqueza del color original. La cajonería es de madera de nogal, encima de la cual hay veinticuatro óleos sobre cobre de estilo barroco de procedencia flamenca, madrileña e italiana. Todo ello presidido por un retablo con una bella talla policromada de la Virgen María, Reina de los Ángeles con cetro y corona.

La iglesia del monasterio se comenzó en 1504, catalogada dentro del gótico decadente presenta planta de salón con tres naves a la misma altura. El grandioso retablo del altar mayor contiene un lienzo de Fray Juan Ricci, de la escuela del Greco, que representa a San Millán a caballo en la batalla de Hacinas que ganó el conde castellano Fernán González. La extraordinaria rejería de Sebastián de Medina de 1676 completa el conjunto artístico de la capilla mayor.

La sillería de coro bajo fue realizada por un tallista flamenco en tomo a 1640, el trascoro de estilo rococó francés esta decorado con esculturas de bulto redondo que representan a discípulos de San Millán, Santa Oria o Aurea, Santa Potamia, San Sifronio, etc., destacando por su belleza el púlpito plateresco decorado con relieves de los evangelistas y símbolos de la pasión.

La estantería de los cantorales el monasterio conserva en su haber veintinueve volúmenes copiados entre 1729 y 1731, recogen todo el año litúrgico. El archivo y biblioteca monasterial de gran valor para los investigadores está considerado entre los mejores de España, en él se guardan dos cartularios y trescientos volúmenes originales.

Construido por monjes benedictinos, tras la desamortización y exclaustración del XIX son actualmente los frailes Agustinos Recoletos los que mantienen vivo el espíritu del monasterio.

GONZALO DE BERCEO

Si la primera plasmación escrita del español se produjo entre los muros emilianenses, la misma lengua adquiere la condición de idioma poético y, por tanto, de universalidad, sin necesidad de cambiar de espacio físico, pues el primer poeta de nombre, personalidad y obra completa conocida en lengua castellano surge en el mismo valle de San Millán: Gonzalo de Berceo.

Si el Códice 46, terminado de copiar en el monasterio de la Cogolla sobre el 13 de junio del año 964, significa los inicios del castellano escrito, Gonzalo de Berceo, que vive y escribe fundamentalmente en la primera mitad del siglo XIII, significa los inicios de la literatura en castellano. De ahf la importancia de San Millán para el conocimiento de los orígenes de la lengua y de lo literatura españolas.

 

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