Los MONTES DE TOLEDO son una extensa zona geográfica situada entre los ríos Tajo y Guadiana, a caballo entre las provincias de Toledo y Ciudad Real. Esta comarca natural presenta un accidentado relieve dispuesto en varias cadenas de sierras y macizos que se cruzan en todas direcciones dando lugar a un intrincado laberinto de montes, cuyas cumbres las rematan robustos riscos de cuarcitas, los cuales en determinadas zonas dan lugar a vistosas pedrizas. Entre las sierras se asientan terrenos llanos conocidos como rañas que junto con las navas o zonas encharcadas, son otro de los elementos característicos del paisaje de los Montes de Toledo.
Aquí se ubica CABAÑEROS, a caballo entre las provincias de Ciudad Real y Toledo, declarado Parque Nacional en 1995.
Los Montes de Toledo comienzan en la SIERRA CALDERINA - AL NORTE DE LAS TABLAS DE DAIMIEL- y terminan entre ROBLEDO DEL MAZO Y SEVILLEJA DE LA JARA. Núcleos de población escapan de las sierras buscando el llano, conocido en la zona como la nava, o se quedan a media ladera, como sucede con Los Yébenes. Algunos, tal es el caso de CONSUEGRA, URDA, MORA, ÜRGAZ, SONSECA, AJOFRíN, PULGAR y GÁLVEZ se alejan bastante de la zona montañosa, aunque por sus características, hay que considerarles como poblaciones "monteñas". Supone la comarca una alteración en el perfil generalmente llano de la provincia y otro tanto sucede en lo que a flora y fauna se refiere. De la altitud media de Toledo, 600l700 m, se pasa bruscamente a las alturas aisladas del Pico de NOEZ (1.035 m) o el de LAYOS (1.084 m). La máxima altitud de los Montes de Toledo se encuentra en "El Rocigalgo" con 1.427 m, en la localidad de Los Navalucillos.
Por los valles, rañas, laderas y frondosidades, berrea el venado en las noches de celo, se esconde el jabalí entre las carrascas y no faltan linces y garduñas, turones, zorros, comadrejas y hasta quebrantahuesos, sobre un paisaje de encinas, robles, quejigos, alcornoques, rebollos, jaras y brezos. Aquí nace el Algodor y corre el Torcón en busca del Tajo, del que son afluentes.
Estas tierras fueron patrimonio de colmeneros y pastores, cazadores y ballesteros. Conserva la comarca algunos castillos, de porte aún hoy gallardo a pesar del paso de los siglos: MORA, CONSUEGRA, ORGAZ, GUADALERZAS (LOS YÉBENES), GUADAMUR, POLÁN, CUERVA, SAN MARTÍN DE MONTALBÁN, NAVAHERMOSA ... , y en sus zonas más altas y escondidas, un paisaje recóndito que evoca el territorio que fue del rey Fernando III el Santo, antes de pertenecer a la ciudad de Toledo.
Instituto de Promoción Turística de Castilla-La Mancha