Nos vamos a sumergir caminando por lugares de biodiversidad irrepetible en el terreno riojano, hayedos, cascadas, via romana, restos de los antepasados pobladores.
El Parque Natural de la Sierra de Cebollera se encuentra enclavado en pleno corazón de Los Cameros, región montañosa situada 50 km al sur de Logroño que establece frontera natural con la provincia de Soria.
En una extensión de 23.670 has. coexisten uno de los mayores exponentes de relieve glaciar del Sistema Ibérico, con altas cumbres que superan los 2.000 m de altura, Y la mejor masa forestal de toda la Comunidad Autónoma.
Cada uno de estos ecosistemas desarrolla en su interior formas de vida diferentes, pero igualmente valiosas. La alta montaña ibérica acoge una flora y fauna especialmente adaptada a condiciones ambientales adversas como el frío el hielo y los fuertes vientos. Los bosques, por su parte, albergan una biodiversidad irrepetible en todo el territorio riojano: las grandes extensiones de coníferas se mezclan con un variado mosaico de frondosas dominado por hayedos y rebollares. Estas masas forestales acogen bajo protección una fauna diversa, especialmente importante el caso de las aves, pero también relevante en cuanto a especies cinegéticas, anfibios y reptiles.
Con la declaración de Parque Natural, la administración ambiental riojana sentó las bases para garantizar la conservación de estos valores naturales y también de los valores culturales etnográficos de la zona, logrando un equilibrio entre el medio natural y las actividades humanas.
Cebollera y el hombre; Los primeros pobladores de la Sierra de Cameros se dedicaron al pastoreo. Los antepasados de los habitantes del Parque Natural vivieron momentos de gloria ligados a la Mesta y al negocio de la ganadería trashumante. Villoslada y Lumbreras llegaron a tener a finales del siglo XVII 200,000 cabezas de ganado que abastecían también a una industria textil floreciente formada por más de 600 fabricantes de paño en la zona camerana.
Esta forma de vida dejó una huella secular en el paisaje. Los mesteños degradaron involuntariamente los bosques por el continuado sobrepastoreo de sus ganados, impidiendo durante siglos la regeneración del arbolado. Con el final de la Mesta del trashumo, algunos buscaron en la agricultura una alternativa, pero la mayoría decidió buscar fortuna lejos de aquí. Cebollera vivió un fuerte éxodo poblacional y los bosques, libres de la presión, comenzaron a reconquistar antiguos terrenos, ayudados por la buena gestión forestal de los últimos tiempos. Los cameranos, por su parte, han aprendido a respetar y valorar el bosque que ha pasado a ser su principal fuente de ingresos y un elemento natural propio del paisaje de cada uno.
En la actualidad, los aprovechamientos forestales son el principal recurso económico de la Sierra de Cebollera y sus pobladores. El más importante es el aprovechamiento maderero de los montes, de los que también se extraen las leñas para los hogares y los pastos para la ganadería, compuesta por un número decreciente de ovejas (en torno a 2.000 cabezas) que ahora comparten espacio con caballos y vacas. Junto a esto, son de gran importancia los aprovechamientos cinegéticos ya que todo el parque de Cebollera está incluido en la Reserva regional de caza Cameros-Demanda.
Vegetación El paisaje de la Sierra de Cebollera se caracteriza por su gran variedad de especies forestales. Destacan por su implantación dominante tres tipos de comunidades vegetales: los bosques de frondosas, los bosques de coníferas y las comunidades de alta montaña, cada una de las cuales ejerce su hegemonía en una banda altitudinal diferente según las exigencias térmicas y de humedad de cada especie.
El Parque Natural es el único espacio que acoge las tres especies de pinos que crecen de forma natural en La Rioja: el pino silvestre, el pino negral y el pino negro, que encuentra aquí su único enclave en el Sistema ibérico Septentrional. Umbrosos hayedos y rebollares dominan entre las frondosas, cada vez más abundantes. Junto a estas comunidades dominantes aparecen otras especies como abedules, robles albares, encinas montanas, acebos, tilos, serbales, mostajos, arces, olmos de montaña, fresnos, tejos, álamos temblones...
Por encima de la vegetación arbórea hay formaciones de matorrales y pastos de alta montaña, especialmente enebrales rastreros, biercolares, brezales de montaña ibérica cervunales. Ya en las más altas cumbres, tan sólo logran sobrevivir algunas especies de pastos herbáceos muy duros y resecos, y las formaciones de líquenes que crecen sobre las rocas.
La conservación de tal variedad de vegetación ha sido posible, en parte, por la situación de aislamiento de gran parte del territorio del Parque Natural, y supone el mantenimiento de una biodiversidad única en todo el ámbito de la Comunidad Autónoma de La Rioja.
Fauna: Las especies más características de la Sierra de Cebollera son las ligadas al bosque y a la alta montaña ibérica, unidades paisajísticas que dominan ampliamente el territorio del Parque Natural.
La existencia de la alta montaña implica la presencia de especies que no aparecen en el resto de la región, como el bisbita ribereño alpino, el acentor alpino, el pechiazul y la perdiz pardilla, o mamíferos como el topillo nival.
Gran variedad de aves forestales como el azor, el águila culebrera, el gavilán, el carbonero palustre, la becada o el camachuelo común encuentran en los bosques del Parque Natural un lugar ideal para vivir, al amparo de la catalogación de toda la sierra como ZEPA (Zona de Especial Protección Para las Aves). Para otras aves, como la paloma torcaz, Cebollera es un alto en el camino en su ruta migratoria.
Por su condición de "isla húmeda" dentro de un entorno mediterráneo y seco, Cebollera cuenta también con especies como el tritón palmeado, entre los anfibios; la víbora aspid, el lagarto verde y la lagartija roquera, entre los reptiles; y el lirón gris o el topillo rojo entre los mamíferos, cuyas áreas de distribución europea no se extienden más al sur de estas sierras.
En la espesura de los bosques se refugian especies cinegéticas como el jabalí, el ciervo o el corzo, félidos como el gato montés, y otros mamíferos como la garduña y varias especies de murciélagos forestales. Por su parte, los ríos del Parque son enclaves privilegiados para la trucha común y sus riberas sirven de hogar, entre otros, al mirlo acuático, el martín pescador, el sapo corredor, el desmán ibérico y los emblemáticos nutria y visón europeo.
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RECOMENDACIONES Y CONSEJOS
A tener en cuenta en la Montaña
► Sábado día 24; Hayedos y Cascadas – Valle Iregua. Vamos a tener la oportunidad de visitar un entorno que nos impregnará grandes sensaciones. Callejas de piedra usadas antaño de contaderos de ganado, chozos usados por pastores trashumantes, majadas para el recogimiento del ganado, pinares donde escuchar el silencio, hayedos llenos de colorido a la par que húmedos y sombríos, cascadas que nos despertarán con el ruido de su agua, puentes que nos harán volar sobre los cauces.
Ruta de Senderismo: Distancia 15 kms; Desnivel: 500 metros.
► Domingo día 25; Corazón Camero Nuevo - Hermandad de las 13 Villas
Ruta de Senderismo: Distancia 12 kms; Desnivel: 170 metros.
Senda de las Majadas - La Trashumancia
Ruta de Senderismo: Distancia 2 kms; Desnivel: 60 metros.
► La programación descrita, está sujeta a modificaciones por cambios meteorológicos, logística, seguridad de grupo, lo cual será informado por el guía.