Un entramado de ríos, arroyos y fuentes convierten la sierra de Albarracín en uno de los nudos hidrográficos más importantes de España. El Tajo, el Júcar, el Cabriel o el Gallo nacen en los manantiales albacirreños y se codean con el Guadalaviar, principal río de la sierra, que atraviesa la comarca de oeste a este.
Sobre los Montes Universales, y a 1.170 m.s.n.m., a orillas del río Guadalaviar, se alza en agrestes parajes de incomparable belleza, la ciudad de Albarracín.
Con una mezcla en el entorno de tonos rojos y el verde de los pinares, aparece majestuoso sobre el río Guadalaviar la ciudad de Albarracín; protegido por la mirada altiva de la Torre de su catedral, emerge sobre un foso natural producido por el curso del río.
La curiosa disposición de Albarracín facilitó su defensa a lo largo de su azarosa historia bélica, marcad por la invasión musulmana, de cuyo Taifato Independiente de los Bení-Razí fue capital. Fue precisamente esta necesidad defensiva, unida a la escasez del terreno, lo que dio lugar a uno de los conjuntos más originales y sorprendentes de apretadas y estrechas callejas así como rincones evocadores.
La Sierra de Albarracín esconde uno de los conjuntos paisajísticos y culturales más sorprendentes de Aragón: el Rodeno de Albarracín. Este singular paraje, formado por pinares sobre piedras rodenas rojas fue ocupado por el hombre prehistórico, conservándose importantes muestras del arte rupestre levantino. Desde 1995 este espacio se encuentra protegido.
La capital de la provincia Teruel, la mejor manera de poder conocerla es caminar por sus rincones y descubrir cómo sus pobladores le han ido dando forma desde que el rey Alfonso II decide organizar las fronteras del reino durante la Reconquista. Teruel es mudéjar siendo la torre de San Pedro la construcción más antigua, testigo desde 1238, de la Catedral destacaremos su techumbre. No se puede dejar de nombrar que es la ciudad de los Amantes, Isabel y Diego, cuyo mausoleo recibe miles de visitas. El día catorce de febrero, la ciudad se viste de medieval para revivir esa tragedia de amor.