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Detalles de la actividad

Entender de Aceite - Olivares, Molinos y Castillos

Nuestro viaje por tierras toledanas nos dará a conocer en primer lugar el mundo del olivo y la cultura del aceite, contemplando el mayor bosque de olivar de Castilla. Visitando en el pueblo de Mora el museo del aceite “Felipe Vegue”, donde podremos realizar una cata de aceite de oliva virgen extra de distintas variedades, Almazaras y la visita al paisaje del olivar (donde la principal variedad es la “cornicabra”)  en la cañada del castillo de Peñas Negras (Fortaleza islámica del Siglo X).

En la lontananza observaremos el Castillo de Peñas Negras; Según las crónicas formó parte de la dote de la princesa Zaida en su boda con el rey Alfonso VI.

De nombre Peñas Negras, este castillo roquedo adaptado al terreno, es uno de los más importantes de Castilla-La Mancha a nivel arquitectónico. De planta alargada y dos niveles interiores separados por un foso cortado en la roca, su torre del homenaje corta el castillo en dos partes, una de ellas patio de armas y las otras dependencias. Su historia comienza en el siglo X, perteneciendo a la taifa toledana más tarde y tras ser testigo de luchas entre cristianos y musulmanes, ya que era lugar importante para asegurar por el sur a la ciudad de Toledo, tras su conquista, fue entregado a la Orden de Santiago para la defensa y repoblación de la zona.

Posteriormente nos desplazaremos a la población de Consuegra para poder visitar su castillo, una fortaleza militar de estilo sanjuanista edificado de los siglos X al XIII y como no podía ser de otra forma, teniendo los Molinos de viento mejor conservados de toda España, visitaremos uno de los doce que coronan la llamada Crestería Manchega en lo alto del Cerro Calderico.

Consuegra importante población de la Mancha toledana de origen romano; Tito Livio, Plinio y Ptolomeo la citan en sus escritos como Consaburum, aunque en el lugar hubo poblamientos más antiguos. Debió ser un castro estable pues llegó a tener anfiteatro y un largo acueducto denominado de las Guadalerzas, a 23 km; se conservan cercana a la población, en la carretera que va a Urda, restos de la presa romana. La población actual se asienta probablemente sobre el castro romano; fue tomada por los árabes y reconquista por Alfonso VI.  Alfonso VIII la cedió a la Orden Hospitalaria de San Juan, convirtiéndose en cabeza de su Priorato.

Está dominada por el Monte Calderico en el que se alza una típica crestería manchega con los molinos de viento y el castillo y desde donde se puede contemplar un bello panorama de la Mancha y una interesante perspectiva del conjunto urbano. Los molinos reciben nombres como: la Turca, la Zorra, el Sancho Panza, el Primero, el Blanco ... algunos visitables y en el Sancho tiene lugar la fiesta de la Molienda de la Paz, un festival folklórico regional acompañado de el Acto de Exaltación Manchega presidido por la Dulcinea y sus damas.

El castillo pertenece a los primeros tiempos de la Reconquista y debió ser construido por los caballeros sanjuanistas en la segunda mitad del s. XII o principios del XIII, sobre una defensa romana transformada en época visigoda; su carácter es muy austero, carente de adornos. Próxima a la torre sur del castillo está la capilla de la Virgen Blanca, del s. XIII, patrona de Consuegra. Desde esta altura observamos el pueblo, dividido en dos por el río Amarguillo. Se conservan innumerables ejemplos arquitectónicos de diversas épocas: de los ss. XVI y XVII son la iglesia de San Juan Bautista y la del convento de las Carmelitas; el Ayuntamiento es renacentista y se alza en la plaza de España, don- de se pueden ver algunas casas con corredores de madera. Frente a ésta se encuentra el viejo pósito.

Desde hace varios años se celebra, en agosto, una recreación para-teatral de la Batalla de Consuegra (1097), desarrollándose todos los actos en el castillo y alrededores. El último fin de semana de octubre se celebran las Fiestas de la Rosa del Azafrán, con concursos de monda de la flor que "nace al salir el sol y muere al caer la tarde". Se sigue manteniendo a duras penas la tradición alfarera y se siguen fabricando las típicas piezas utilitarias en barro cocido vidriadas en color melado y decoradas con tierras claras.

 

Hacia las llanuras de La Mancha, se encuentra El Castillo de Consuegra;

Los caballeros de la Orden de San Juan lo habitaron, capitaneando desde él la repoblación de estas tierras.

En lo alto del cerro Calderico, una pequeña cordillera sobre las inmensas llanuras manchegas, y rodeado de los típicos molinos de viento se encuentra este castillo. Los romanos ya tuvieron aquí una población de cierta importancia a la que llamaron Consaburum, y levantaron cerca un gran acueducto a 23 kilómetros, con el objeto de proporcionar agua a este enclave, lo que atestigua la importancia que pudo tener el lugar. Los musulmanes tuvieron aquí un punto de población vigilante destacado. A fines del siglo XI, poco después de la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085, entraban los almorávides en España. El rey AI-Mutamid de Sevilla, temeroso más aún de los peligrosos norteafricanos que del avance de los vecinos reyes cristianos del norte, pide colaboración a Alfonso VI, y en prueba de amistad le cede su hija Zaida, para que el castellano case con ella otorgándole en la dote, entre otros castillos el de Consuegra. Así pues en 1090 Castilla toma posesión de esta fortaleza, pero en 1097 sufre el acoso de los almorávides, que continúan ascendiendo por la península. El rey Alfonso se resiste, lucha y pierde, refugiándose en la fortaleza manchega. Finalmente, en 1109 el castillo de Consuegra cae en poder de los bereberes hasta que en 1147 Alfonso VII reconquista Calatrava y su comarca, regresando Consuegra nuevamente y para siempre, a manos castellanas. El monarca entregó Consuegra a la Orden militar de San Juan, y fueron estos caballeros quienes organizaron su defensa, a finales del siglo XII, frente a un nuevo ataque de los almohades. En 1183 se organizó la repoblación de la villa y su comarca, haciéndola cabeza del gran priorato de San Juan, como ocurría con el resto de los territorios manchegos, a manos de las órdenes de Calatrava y Santiago Una de las aldeas que constituyeron el Campo de San Juan, capitaneado por Consuegra, sería en el siglo XVI quien recogiera el testigo de la capitalidad de la comarca, quedando Consuegra a partir de entonces disminuida en su población y recursos. Ofrece una estructura homogénea y su aspecto es imponente.

 

Los molinos; En la Mancha ,(AI-Ansha: tierra seca o tierra sin agua), al no haber ríos que sirvieran como fuente de energía y donde el cereal prácticamente era un monocultivo, para transformar el trigo en harina se recurrió a la fuerza del viento.

El funcionamiento es algo sencillo pero a la vez curioso. Una vez orientada la cúpula y puestas las aspas frente al viento se procede a cubrir éstas con telas o lonas. Las aspas transmiten el movimiento al eje y éste por medio de una serie de mecanismos de engranajes a dos piedras o muelas que trituran el trigo formando la harina.

Visitas programadas;

  • Visita guiada al Museo del aceite, Cata de aceite, oliva virgen extra, visita a una Almazara.
  • Visita guiada al Castillo de Consuegra y Molino de viento Bolero, pudiendo conocer su funcionamiento debido a la conservación de su mecanismo.