Recorreremos la parte soriana de este singular y espectacular enclave con su profundo cañón tallado en la roca caliza por la continua erosión del agua. Caminando por el Sendero Ibérico Soriano o GR86.
Las rapaces no dejarán de sobrevolarnos. Las formas y el colorido de las rocas despiertan nuestra imaginación.
Este espacio natural fue declarado Parque Natural en 1985 por la Consejería, Ganadería y Montes de la Junta de Castilla y León, para proteger dicha gea, fauna y flora y a su vez facilitar el contacto de los hombres con la naturaleza. Ocupa una superficie de 10.176 Has.
El Cañón: Está situado en las sierras de pie de monte que separan las estribaciones de la Cordillera Ibérica y la alta meseta del Duero. El río viene encajonado desde Burgos y continúa horadando las calizas cretáceas en Soria, recorriendo más de 25 Km.
El cañón del Río Lobos constituye un ejemplo característico de modelado del paisaje por fenómenos erosivos kársticos. Sus verticales paredes calizas, de cerca de 200 metros de altura, dan lugar a un paisaje muy singular, donde la roca desnuda de esos escarpados farallones contrasta con la vegetación del valle y de la llanura superior.
Gea: La formación más espectacular es el propio Cañón fruto de la doble acción erosiva, de desgaste y sobre todo de disolución de la roca por el agua, siendo más vivo el hundimiento del lecho al ceder las grutas subterráneas, por lo que aparecen las típicas zonas cóncavas o lerdas en los francos del cañón, que además son muy vistosas por los teñidos de óxidos y aguas que escurren.
Por el hielo-deshielo se encuentran al pie del Cañón capas inclinadas de derrubios de elementos angulosos.
El resto del conjunto calizo se ha erosionado formando un Karst que en superficie muestra alguna torca, abundantes cuevas, simas y sumideros: mientras que en profundidad es un ejemplo de funcionamiento acuífero y de aguas subterráneas.
Fauna y Flora: Dado que el acantilado es el paisaje más característico del Parque, es lógico que lo representativo de su fauna sea el buitre Leonado, habitante de dichas formaciones rocosas.
En la llanura predomina la sabina, junto al pino laricio, el tomillo, el espliego y la aulaga; en el valle, junto al río, puede observarse la vegetación de ribera y en sus aguas destacan los nenúfares y eneas; y por último, en la roca se instala una interesante población de plantas rupícolas.
Con respecto a la fauna, destacan las aves, con grandes colonias de buitre leonado, varias rapaces nocturnas y diurnas, y también especies propias de zonas acuáticas, como el ánade real o el martín pescador.
La ermita de San Bartolomé, del siglo XIII, es sin duda el referente cultural del Parque Natural que, como uno de los enclaves más importantes de los caballeros de la orden del Temple, tiene un significado mágico y esotérico.
Senderismo Nivel: Básico
Distancia 14 kms; Desnivel: 250 metros de subida y 380 metros de bajada.