O Courel es el gran paisaje de una Galicia que mira en su interior. Blanco en invierno y de mil verdes en verano. Un paisaje de montaña salpicado de aldeas escondidas que por su difícil acceso ha conservado toda la belleza de lo auténtico. Es el territorio del lobo, el jabalí, el búho real...
O Courel (o Caurel) es también el gran pulmón de Galicia, la reserva verde.
O Courel dos tesos cumes que ollan de lonxe se extiende entre O Cebreiro, punto de entrada del Camino de Santiago en Galicia, y el río Sil por el sur, pero sin llegar a tocarlo. Viene a ser una de las tierras más viejas de la península. Su interés geológico es manifiesto: multitud de cuevas vivas y gateras o el espectacular plegamiento de Campodola (Quiroga), calificado como uno de los monumentos geológicos de Europa.
Terras do lobo, cavorcos do xabaril... O Courel es la gran reserva verde de Galicia. Todas las especies, menos las litorales, tienen representación en este cruce geográfico de montaña, con lo mejor de las características atlánticas y mediterráneas.
Castaños alrededor de las aldeas y un reducto de los olivos en Quiroga. Las formaciones boscosas típicas de O Courel son las dehesas, nombre empleado para referirse a los bosques de muchas otras especies vegetales, generalmente en las cabeceras de los ríos.
Naturaleza Singular; Cumbres adscritos a los piornales y en general con predominio del monte bajo también de brezales y “xesteiras”. Bosques en las altitudes medias de robles, abedules, hayas. Masas frondosas bien conservadas y destacables como la Devesa da Rogueira.
Abundante fauna con más de 170 especies de vertebrados: lobos, zorros, jabalíes, tejones, martas… Interesantes colonias asociadas a las simas y cuevas.
Devesa de Rogueira, es el espacio natural más importante de la Sierra del Caurel, si bien no tiene demasiada extensión geográfica, cualitativamente si tiene mucho interes, se encuentra entre los 700 y los 1300 msnm y por ella discurren infinidad de arroyos por un bosque enmarañado compuesto por multitud de especies florales y de fauna, que nos rodeará de misterio y silencio (siempre que podamos ir callados y realizando poco ruido al caminar sobre las hojas de los senderos).
- Las Medulas
En el Bierzo existe un lugar junto al río Sil en el que la intervención del hombre ha conseguido uno de los paisajes más sofisticados y a la par agrestes de cuantos puedan ser contemplados por el ojo humano. Se trata de las Médulas, el resultado de la explotación de las antiguas minas auríferas romanas.
Más de 800.000 kilos de oro fueron capaces de arrancar a la tierra los romanos en las Médulas. Para ello hubieron de excavar más de 300 millones de metros cúbicos. Una vez abandonadas y dejado el lugar a merced de los vientos, el agua, el intenso frío y el calor apremiante, que durante siglos azotaron el paraje, este rincón de la península se configuró con formas caprichosas y de singular belleza. Un paisaje agreste y de contrates. El color parduzco y rojizo se quiebra en primavera con el verde y el intenso amarillo de la vegetación. Hoy este rincón de la Hispania interior está declarado Patrimonio de la Humanidad.
Barrancos rojizos y escarpadas alturas, pináculos, agujas, roqueros, grutas, pasajes, planos y antiplanos de irregulares formas y trazados. Sequedad y vegetación aunadas sobre los restos de las viejas minas a campo descubierto entre desniveles de más de cien metros de altura.
Las Médulas, un lugar espectacular, un paisaje de ensueño que aviva las leyendas que sobre el mismo se ciernen. Un lugar que merece ser conocido y disfrutado.